¿Qué necesitas dejar atrás?

El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?”

Esa es una pregunta muy interesante de Jesús: ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego Bartimeo respondió: “Maestro, que pueda ver.”

Si Jesús te hiciera la misma pregunta, ¿cómo responderías?:

¿Qué quieres que haga por ti? Piensa en esa respuesta por un minuto o dos mientras hablo sobre la pregunta.

La pregunta revela tres puntos sobre cómo se relaciona Jesús con nosotros. El primer punto, la pregunta muestra vulnerabilidad. Jesús no sabe cómo responderá el ciego. Al hacer la pregunta, muestra una disposición a ir a donde la otra persona quiere ir. ¿Qué quieres que haga por ti?

Por ejemplo, estás teniendo un desacuerdo con otra persona. Tu cónyuge, tus padres, tu hijo o hija. Llegas a un punto muerto donde nadie quiere rendirse. Entonces suavizas tu tono y preguntas con sinceridad: “¿Qué quieres que haga por ti?” Te estás volviendo vulnerable porque la pregunta sugiere que harás lo que la otra persona diga. Jesús está dispuesto a escuchar la petición del ciego. Jesús está dispuesto a escuchar tu petición.

El segundo punto, dice que Jesús no presume. No se mete en nuestra vida. Fácilmente podría haber dicho: “Oh, estás ciego. Déjame arreglar eso”. Pero en lugar de eso, primero quería que Bartimeo expresara ese deseo.

Jesús no se va a meter en tu vida para arreglar las cosas que él cree que deben arreglarse. Él quiere oírte expresar tu deseo. Quiere oír tu respuesta a la pregunta: “¿Qué quieres que haga por ti?”. A veces, en la vida de una persona, la respuesta es muy obvia. Jesús no va donde no es invitado. Nos da completa libertad para decidir.

Bartimeo podría haber respondido de otra manera. Podría haber dicho: “Quiero más limosna para pasar el día… Quiero que esta gente deje de criticarme para poder vivir en paz…”. Si hubiera tenido otras respuestas, Jesús le dio la libertad de expresar lo que estuviera en su corazón. Jesús nos da la libertad de expresar lo que esté en nuestro corazón. De la misma manera, si le preguntas a otra persona: “¿Qué quieres que haga por ti?”, tu pregunta sugiere que estás dispuesto a ir a donde la otra persona quiera ir.

Después de la pregunta, Jesús no sanó al ciego. Jesús dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. Esta declaración también muestra cómo se relaciona Jesús con nosotros.

El tercer punto:  Debemos responder la pregunta con fe.

¿Qué había en Bartimeo que revelaba una fe tan grande? La respuesta tiene que ver con el manto. Al borde del camino, Bartimeo estaba sentado sobre su manto. La gente pasaba caminando. Su única fuente de ingresos eran las limosnas que la gente arrojaba sobre el manto. El manto le servía como canasta de colectas.

Su manto también le servía como protección contra los elementos. El manto lo mantenía seco bajo la lluvia, fresco bajo el sol abrasador y, por la noche, el manto le servía de cama.

Cuando los discípulos lo llamaron, “El ciego tiró su manto.” Él dejó de lado su fuente de ingresos, su techo y su cama. Ahora es un hombre ciego sin nada.

Eso es ponerlo todo en juego. Bartimeo entregó todo y respondió a ese llamado. Bartimeo no sabía lo que el maestro podría decir o pedir o hacer. Y si Jesús no lo sanaba, sería un hombre ciego sin nada, rodeado de una multitud de personas hostiles.

Este orden de eventos nos dice cómo Jesús nos hace el mismo tipo de pregunta: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Él quiere que vayamos a él con fe. A veces eso significa dejar algo atrás.

Jesús te está llamando. Te está llamando a una nueva visión, una nueva forma de vivir, una nueva libertad. Te está llamando. Hay algunas cosas que debes dejar atrás para responder a ese llamado.

Volviendo a la pregunta original de Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?” Una mejor pregunta podría ser: “¿Qué necesito dejar atrás para que Jesus pueda cumplir mi deseo más profundo, sanar mi dolor más profundo, y me revelar el amor de Dios mas profundo?”.

Bartimeo dejó atrás su manto, recibió nueva visión y siguió a Jesús en el camino. Como responderías a Jesús ¿Qué quieres que haga por ti? ¿Qué necesitas dejar atrás tú?